Con una mirada tanto jurídica como financiera, las empresas deben evaluar la mejor manera para financiar sus actividades. Para ello se deben levantar los recursos necesarios, con créditos o deudas, o bien con capital propio o de terceros y de esta forma financiar el desarrollo de la empresa.
Cuando las condiciones del mercado financiero cambian, como lo es en el actual momento que vive el país, también los mercados asociados al negocio se deterioran en la mayoría de los casos, entonces de ahí viene la importancia de renegociar las deudas con bancos, proveedores, deudores en general, haciendo una evaluación rigurosa de financiación con sus costos e ingresos asociados, y enfocarse a analizar las condiciones y términos de los nuevos contratos de refinanciación.
Con una buena gestión financiera, una mirada objetiva del mercado, con un estudio económico de plazo y contexto, más experiencia jurídica, una empresa puede mejorar sus resultados y oportunidades de éxito.
También se deberá tener en cuenta, dentro de un análisis global, una evaluación comercial de la empresa, en esto hay una variedad de enfoques. Un evaluador puede centrarse en la forma que se percibe la empresa en el mercado y como este contribuye a su valor. Otra alternativa que nos es excluyente a la anterior, es evaluar el potencial de ganancias futuras de la empresa. Siempre, su valor dependerá de la continuidad de los negocios y si sus activos no se separaran de alguna manera.
Al tener todo en orden, con las proyecciones de ventas ajustadas, un sistema financiero equilibrado, contratos legales convenientes, con un mercado medido en relación a los recursos de la empresa, tendrá sin lugar a duda más poder de negociación y resistencia a momentos difíciles e impredecibles
Al hacer un análisis de su empresa, siempre se recomienda efectuar a un extraño imparcial, que a menudo proporciona una evaluación financiera y comercial más precisa que una persona que participe dentro de ella.